Testimonis
Estando con muchos problemas de fracturas por caídas en bici y en moto tuve la suerte de conocer a Gustavo, persona muy profesional. Con su ayuda ha mejorado mucho mi elasticidad, mis dolores de espalda y mi rendimiento en el deporte que prefiero; la bici.
Muchas gracias.
RenatoTractament amb Gustavo
Hace tiempo leí que vivir la muerte de un hijo es sobrevivir a tu propia muerte.
Laura, nuestra hija, murió una tarde preciosa de finales de verano. Y con ella, sin saberlo todavía, íbamos a morir también nosotros. Con ella se fué todo nuestro mundo, nuestras ilusiones, nuestros sueños, nuestros proyectos, nuestro futuro, toda nuestra vida.
Y en medio de ese vacío infinito, inmenso y aterrador te encontramos a ti, Montse.
Tú, en medio de la nada. Tú, con una empatía infinita, un Amor inmenso, una capacidad indescriptible de escuchar incluso los silencios más aterradores, has estado siempre a nuestro lado.
Sin ningún tipo de juicio, la calidez de tus palabras y de tus silencios nos ha abrazado cuando más lo necesitábamos. Has sido un regalo de paz, seguridad y Amor. Tú nos has ayudado a entender y validar todo lo que sentíamos. Hemos aprendido a darnos permiso y hemos aprendido otra vez a sentir, a confiar. Con ti hemos aprendido a volver a respirar pero, sobre todo, nos has ayudado a entender que tenemos que seguir respirando. Contigo, de la nada, poco a poco y con paciencia, respeto y mucho, mucho esfuerzo ha empezado a surgir un nuevo sueño. Pequeño, difuminado, pero ilusionante y precioso. Gracias Montse, gracias de todo corazón.
Y en medio de ese vacío infinito, inmenso y aterrador te encontramos a ti, Montse.
Tú, en medio de la nada. Tú, con una empatía infinita, un Amor inmenso, una capacidad indescriptible de escuchar incluso los silencios más aterradores, has estado siempre a nuestro lado.
Sin ningún tipo de juicio, la calidez de tus palabras y de tus silencios nos ha abrazado cuando más lo necesitábamos. Has sido un regalo de paz, seguridad y Amor. Tú nos has ayudado a entender y validar todo lo que sentíamos. Hemos aprendido a darnos permiso y hemos aprendido otra vez a sentir, a confiar. Con ti hemos aprendido a volver a respirar pero, sobre todo, nos has ayudado a entender que tenemos que seguir respirando. Contigo, de la nada, poco a poco y con paciencia, respeto y mucho, mucho esfuerzo ha empezado a surgir un nuevo sueño. Pequeño, difuminado, pero ilusionante y precioso. Gracias Montse, gracias de todo corazón.
Toni i EsterAcompanyament al dol amb Montse
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